sábado, 30 de junio de 2012

Abuelos mantienen sembradíos en espacios escolares

Forjan un sentimiento de respeto y amor por la naturaleza

La Bendición de Vivir, un club de Sabana del Blanco, practica la siembra de vegetales y frutas desde hace un año

Bárbara D’Ambruoso R

Desde el año 2011, el club de abuelos La Bendición de Vivir de Sabana del Blanco en La Pastora, mantiene sus siembras y cosechas en áreas fértiles dentro de la Unidad Educativa Bolivariana José Ignacio Paz Castillo que se encuentra en remodelación desde hace seis meses y se estima que esté pronto para el año escolar iniciado en septiembre de este año.

La Empresa para el Desarrollo del Productor y del Agro Venezolano (Agrovenezuela) surte constantemente al club con semilleros preparados y acondicionados para colocar las semillas con el propósito de que los vegetales, las frutas y hortalizas crezcan con las mejores condiciones y cuidados. 

Por otra parte, Agrovenezuela le ofreció al club establecer un sistema de riego para evitar el traslado de largas distancias hacia el tanque de agua, puesto que se trata de personas de tercera edad que no tienen las condiciones físicas para hacerlo. Sin embargo, la opinión se encuentra dividida puesto que al colocar el sistema en la parte trasera y lateral del colegio, el trabajo de un año se perdería ya que habría que retirar las siembras. 

“Considero que de la pérdida se obtienen ganancias. En esta oportunidad ganaremos en salud, porque no todas podemos movernos para regar nuestras plantas. Con el sistema de riego podríamos regar con la manguera y todas nos estaríamos ahorrando un gran trabajo físico. Más adelante, con dedicación, nuestra siembras volverán a dar resultados”, indicó Helena Millán, coordinadora del club y ex alumna del colegio desde hace más de 48 años.

Uno de los propósitos que el club se ha planteado, con relación al trabajo de las siembras, es poder transmitirles ese amor y cuidado de la naturaleza a los niños que regresarán el próximo año escolar, una vez que las reparaciones hayan finalizado. Coromoto Sánchez, profesora jubilada del Paz Castillo, se unió hace seis años al club de abuelos para mantener su labor en el liceo.

Ajo, cebolla, berenjena, yuca, cebollín, remolacha y pimentón son algunos de los ingredientes del sancocho que, acompañado de un jugo de moras o naranjas, constituye la mesa con la cual abuelos del club celebran todos los sábados en el liceo la cosecha recientemente obtenida en unión a sus nietos, familiares y vecinos más cercanos de la comunidad.
Helena Millán habla del trabajo de las abuelas con los sembradíos

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