domingo, 1 de julio de 2012


La parroquia La Pastora es, como dicen sus habitantes, el lugar “donde nació Caracas”.  Forma parte del Municipio Libertador, en la ciudad de Caracas, y limita al norte con el Parque Nacional El Ávila, al sur con las parroquias Altagracia y 23 de Enero, al este con la parroquia Altagracia y al oeste con la parroquia Sucre. 

A pesar de que esta zona era utilizada como punto de entrada a la ciudad de Caracas, empalmando con el Camino de los Españoles en El Ávila, su creación se puede ubicar en el año 1889, durante el gobierno de Juan Pablo Rojas Paúl. Entre los distintos legados del rico patrimonio cultural de esta comunidad, se incluye el Museo Arturo Michelena, la plaza La Pastora, la Iglesia de La Divina Pastora (cuya imagen de la virgen data del siglo XVIII) y el puente Carlos III, construido en 1784 sobre la quebrada Catuche.

A diferencia de muchas parroquias circundantes, La Pastora preserva la arquitectura colonial, caracterizada por esa Caracas de techos rojos y bajos y calles estrechas como bien lo describe el cronista Enrique Bernardo Núñez en La Ciudad de los Techos Rojos (1947) y, según sus habitantes (quienes luchan fuertemente en pro de la defensa de su patrimonio), es esto lo que le aporta un sentimiento de comunidad tan fuerte. “La Pastora ha visto a las mismas familias surgir, crecer, y envejecer. En La Pastora, un vecino, más que un vecino, es familia”

Principios Generales


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Visión Pastora está orientada a priorizar hechos relevantes que sean comunes al colectivo para reflejar las opiniones de todos los ciudadanos que hacen vida en la parroquia La Pastora, sin favorecer puntos de vista particulares.

El sistema de salud está inmerso en una “grave crisis”


Módulos de atención médica no cuentan con los insumos necesarios

Pese al servicio que prestan los médicos cubanos en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de La Pastora, la situación interna de éste imposibilita el buen desarrollo de las obligaciones de los especialistas 

Bárbara D’Ambruoso R

Tras finalizar su labor en el país, Mayelín Vásquez, médico de origen cubano y servidora de la Misión Barrio Adentro de La Pastora, comunicó su inquietud con relación a la situación que atraviesa el sector salud de la parroquia, debido a la falta de insumos y atención especializada para los pacientes. A pesar de su colaboración y la de otros médicos cubanos, el proceso no se desarrolla apropiadamente.

La Misión Barrio Adentro, que se inició  en el año 2003 por el presidente de la República Hugo Chávez con el apoyo del gobierno de Cuba, tiene como objetivo ofrecer servicios de salud a sectores desprotegidos de la sociedad venezolana sin posibilidades económicas ni de acceso a clínicas y hospitales. Esta tarea la llevan a cabo especialistas venezolanos y cubanos, en conjunto, a través de diferentes organizaciones comunitarias establecidas en los barrios.

Sin embargo, Mayelín Vásquez asegura que la situación desde que llegó a Venezuela en el año 2007 no ha sido fácil, puesto que los objetivos que se plantearon con la misión no se aplican como es debido. Según Vásquez, lo que imposibilita el buen desarrollo del programa integral de salud es la falta de organización y experiencia de los que lo llevan a cabo.

El déficit de insumos en los módulos de atención médica es uno de los problemas más graves que enfrenta esta comunidad. “A nueve años de la misión, no es posible que no haya un vehículo que le lleve los insumos a los médicos, sin necesidad de que sean ellos los que tengan que acudir a los pacientes para que los trasladen al lugar donde se encuentran los materiales e instrumentos clínicos indispensables para trabajar. Nosotros nos organizamos y arreglamos el traslado, pero eso no es lo ideal”, expresó René Mejías, vecino involucrado en el sector salud de la parroquia.

Asimismo, Vásquez agregó que el sistema de formación de los Médicos Comunitarios Integrales (MIC) no está jerarquizado, de modo que un mismo profesional puede enseñar de forma indistinta y simultánea a alumnos de primero, segundo y tercer año, cosa que ella no considera idónea debido a que se obstaculiza el proceso de transmisión de conocimiento. También mencionó que ciertos aspectos, como la falta de enfermeros profesionales con licenciatura, recargan a los médicos ya que resulta imposible una división de responsabilidades.

No obstante, la doctora asegura que, pese a las dificultades que se le presentaron, se encuentra muy agradecida con la comunidad pastoreña, en especial con el apoyo incondicional que recibió del club de abuelos La Bendición de Vivir, que desde su llegada la acogió con gran estima. Es por ello que al finalizar su misión en Venezuela, lista para regresar a Cuba, los miembros del club decidieron entregarle una placa en agradecimiento a los servicios prestados en la comunidad. “Las palabras no alcanzan para expresar cuánto nos ayudó la doctora Mayelín. Fue un gran soporte para la comunidad” dijo Alfredo Perdomo, presidente del grupo de abuelos.
Doctora Vásquez recibiendo placa de agradecimiento
Doctora Vásquez recibiendo placa de agradecimiento

La Pastora: otra víctima de la delincuencia


Los habitantes debieron cambiar sus horarios a fin de prevenir el delito

La inseguridad se ha convertido en un problema importante al que atender. Día a día los habitantes de esta parroquia son víctimas de robos y asesinatos. Aunque se hayan tomado medidas, la violencia abunda en el sector

María Laura Chang

La Parroquia La Pastora no escapa de la inseguridad que azota a la capital venezolana. Los pastoreños caminan por las calles con temor a ser víctimas del hampa. Numerosos atracos y asesinatos golpean a una comunidad patrimonial de amplia cultura histórica. Algunos vecinos responsabilizan de los actos delictivos a los invasores que habitan en las cercanías de la quebrada Catuche y al pie de El Ávila. 

La quebrada Catuche atraviesa toda la parroquia y se encuentra invadida por personas de bajos recursos. Según informó el profesor de la Universidad Católica Santa Rosa, Mario Corro, algunos habitantes de esta zona de riesgo, asaltan constantemente a los residentes de La Pastora. Agregó que éstos no discriminan, en lo absoluto, a los estudiantes o los adultos mayores y que, incluso, atracan en los autobuses por puesto que transitan por allí.   

Corro explicó que los delincuentes suben de la quebrada por Los Mecedores y roban en las camioneticas que pasan por el puente Guanábano. Al bajar de los transportes, asaltan también a quienes consiguen por la calle que termina en la panadería El Guanábano. De ahí emprenden el camino de regreso a Los Mecedores para continuar el ciclo. El profesor afirmó que ellos son invulnerables ya que ni la policía se atreve a pisar Catuche.  

José Ramón Carrillo, camarógrafo de la Fundación Televisora de la Asamblea Nacional fue asesinado el 6 de abril del año en curso. Le dispararon para robarle su motocicleta en un galpón cerca de su casa en El Manicomio. Alfredo Cuevas, efectivo del Regimiento Guardia de Honor de la Presidencia, también fue víctima mortal del hampa en La Pastora. Ellos son parte de las cifras de muertes violentas que se registran cada mes en la zona. 

En noviembre del pasado año el comandante general de la Guardia Nacional Bolivariana, Luis Motta Domínguez, anunció el despliegue de La Guardia del Pueblo, con el objetivo de ofrecer protección a toda la comunidad de La Pastora. El profesor Corro ratificó el trabajo en materia de seguridad que lleva a cabo el capitán Javier  Puente y señaló que “ha mejorado muchísimo la situación con el módulo que pusieron en la Plaza Hijo de Dios de los bloques Diego de Lozada.”  

La inseguridad ha cambiado la forma de vida del pastoreño, según indicó un habitante de la zona. Éste aseguró que ya no se puede estar mucho tiempo en la calle y que la situación ha causado que la gente de La Pastora evite salir o hacer las fiestas tradicionales. Manifestó que, incluso los habitantes de la parroquia se han visto obligados a cambiar sus horarios de trabajo y horarios de vida porque salir significa poner en riesgo su integridad y su vida.

Plan de Convivencia se desarrolla con éxito


Involucrar a los jóvenes es el principal objetivo

En La Pastora se llevan a cabo diversas actividades educacionales y recreativas para promover la participación e integración comunitaria en un ambiente sano y de convivencia

Bárbara D’Ambruoso R

Programas de salud, educación, recreación y seguridad son los que se desarrollan en la parroquia La Pastora mensualmente con los planes de convivencia propuestos por el municipio Libertador para sus 22 parroquias. Estos proyectos son aplicados en las áreas priorizadas en las cuales hay mayor incidencia conflictiva y que necesitan atención especializada para salir adelante.

Un grupo de profesionales, apoyados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CIPCP) realizó un estudio del cual se obtuvo, como resultado, que 53 áreas de las 22 parroquias del municipio Libertador necesitan atención prioritaria. En La Pastora las áreas que resultaron subrayadas fueron los sectores de Lídice y Manicomio.

El proceso, como lo indicó el coordinador general de Misión Barrio Adentro y trabajador social, Orlando Romero, consiste en designar promotores sociales especializados en: salud, educación y lucha antidrogas, quienes aplican sus conocimientos a los sectores priorizados. Alida Rodríguez (sector salud), Arelis Martínez (sector educación) y Wilfredo Vázquez (consejero de información comunicacional) son parte del equipo de La Pastora.

“Desarrollamos el cronograma de actividades que está sistematizado desde el interior de la parroquia. La propuesta se le lleva al vecino para que la apruebe y forme parte de ella, ya que ellos son los que deciden lo que se realizará en su comunidad. El objetivo es educar al colectivo para que ellos continúen realizando las actividades por sí solos”, señaló Orlando Romero.

El plan de convivencia consta de cuatro fases: la primera consiste en establecer un puente comunicacional con los sistemas comunitarios de la parroquia. La segunda es la ejecución de actividades, las cuales abarcan talleres de lectura, festivales musicales, cine-foros, entre otros. La fase tres consiste en la construcción de la escuela comunitaria, o escuela de formación, la cual constituye la base para la fase cuatro, en la cual los mismos pastoreños planificarán, dirigirán y gerenciarán sus actividades. 

“Se busca que el pueblo sea más participativo. Somos un colectivo, por lo que  debemos beneficiarnos entre nosotros” señaló Romero. La comunidad en conjunto será, pues, la encargada del montaje de eventos a partir de la instrucción recibida gracias a los planes de convivencia desarrollados en la parroquia.

Reconstrucción de la Paz Castillo es una realidad


Una estructura grande y útil se perdía por falta de mantenimiento

La Unidad Educativa Nacional Bolivariana José Ignacio Paz Castillo, ubicada en el sector Sabana del Blanco de la parroquia La Pastora, está siendo restituida 

María Laura Chang

Desde enero de este año, el Ministerio de Educación junto con la Alcaldía de Caracas mediante la dirección de Obras Públicas están realizando los trabajos pertinentes para rehabilitar totalmente la escuela. El recinto se hallaba en una precaria situación ya que no recibía ningún tipo de atención. Actualmente se encuentra reestructurada en un 60% pero se desconoce la fecha exacta de su reinauguración. 
Mosaico de entrada de la UENB José Ignacio Paz Castillo

La directora del colegio, Vicky Bolívar, especificó el trabajo que están haciendo los obreros. Esta atención incluye el mantenimiento y cambio de las tuberías, con su nueva planta de aguas servidas y blancas; la reconstrucción de los pisos, techos y paredes, aunado al muro perimetral norte que estaba a punto de derrumbarse; la colocación de un nuevo sistema eléctrico; la remodelación de baños, salones, auditorio, cocina, comedor y parque infantil; y finalmente, la creación de una nueva cancha de usos múltiples. 

Asimismo, se habilitó un espacio para el club de abuelos la Bendición de Vivir de La Pastora. Ya está listo el salón donde podrán ejecutar las actividades culturales que organizan. Además, hace un año se les dio un terreno para la creación de dos conucos donde actualmente siembran y cosechan.

Helena Millán, coordinadora del club y ex alumna del colegio, advirtió que no fue sencillo lograr que las autoridades tomaran en cuenta el proyecto. Explicó que la lucha empezó hace 20 años y contó con la ayuda de muchos miembros de la comunidad: “Los ex alumnos luchamos para que los niños tengan una escuela tan bella como la tuvimos nosotros y le tengan tanto amor como nosotros”. 

La unidad educativa fue fundada en 1961 y jamás se le había hecho mantenimiento por lo que la estructura de la edificación yacía muy deteriorada. Sin embargo, se prevé que tras su reinauguración el gran espacio sea aprovechado al máximo, no sólo por los niños, sino por toda la comunidad.

La directora comentó que la escuela recibe a 326 niños desde educación inicial hasta 6to grado de educación básica y que allí funciona el programa Niño Simón Rodríguez, que incluye horarios vespertinos para quien lo necesite. El plan de contingencia que nació tras el inicio de la reconstrucción, habilitó algunas aulas en Liceo Nino Gallardo de Los Mecedores para que los muchachos no perdieran el año. Existe la posibilidad de que, posteriormente, se inicie también la restructuración de esa escuela.

Vista actual de la entrada de la UENB J. I. Paz Castillo

Proyecto Villanueva estancado en promesas


Habitantes demandan respuestas del gobierno local
Los vecinos de la comunidad La Pastora manifestaron su descontento por los resultados arrojados en el plan de restauración de viviendas, Proyecto Villanueva, el cual, luego de seis años de haber sido  aprobado, aún no muestra avances considerables
Neyda Urbáez

En el año 2006, Freddy Bernal, ex alcalde del Municipio Libertador, aprobó los recursos para iniciar la restauración de las viviendas de la parroquia La Pastora, en el marco del Proyecto Villanueva. Sin embargo, los vecinos de la parroquia demandan respuestas al gobierno local pues, transcurridos seis años, el proyecto se encuentra interrumpido.

Esta iniciativa, que lleva el nombre del arquitecto Carlos Raúl Villanueva, nació en el 2006 con el propósito de restaurar ciudades y patrimonio urbanístico. En vista de su importancia como legado, una de las zonas elegidas para comenzar con el proyecto fue La Pastora, parroquia en la que, por ordenanza histórica, se impide la transformación de las fachadas, en pro de la conservación de la arquitectura colonial presente en la zona.
Recorte extraído del Archivo del Comité Pro-Defensa
Las mejoras prometidas por este proyecto fueron bien recibidas por la comunidad pastoreña, pues muchos de la habitantes de esta parroquia no poseen los recursos para realizar las reparaciones necesarias. El proyecto incluía la creación de una escuela de maestros de obras, quienes aprenderían cómo reparar las casas de forma apropiada, conservando el estilo arquitectónico de las casas de La Pastora.
Sin embargo, pasados seis años, la realidad ha sido otra. Muchas de las casas de la comunidad se encuentran rodeadas por andamios, como parte de un proceso que se encuentra inconcluso. Zaida Mujica, secretaria de actividades culturales de La Pastora (y vecina de la parroquia desde hace más de 40 años), dijo: “muchas casas fueron desarmadas y los obreros no regresaron. Se llevaron las maderas para repararlas afuera y más nunca las trajeron”.
Mujica agregó, además, que el principal problema en el cual se ha incurrido en este proyecto es el permanente desligamiento entre el equipo político que labora en La Pastora y la comunidad en sí. José Ramón Fernández, vecino desde hace más de 50 años, posee una casa que se encuentra en situación de inhabitabilidad debido al desgaste. Sin embargo, él aclaró que aun a pesar de las condiciones de su vivienda, ésta no fue seleccionada para ser restaurada.
Los vecinos de La Pastora piden respuestas al gobierno local de la parroquia. Esta zona, la cual posee importancia para la ciudad por ser parte de su patrimonio histórico y cultural, es permanentemente azotada por las lluvias y los deslaves, factores que ponen en riesgo tanto la integridad de las viviendas como las vidas de sus habitantes.

La Toma aún está en “veremos”


Familias damnificadas obstaculizan la iniciativa

Más de cuatro años han transcurrido desde que se planteó convertir a esta zona en un lugar de esparcimiento y siembra para el disfrute de la comunidad, y el plan, aún hoy, sigue sin materializarse

Neyda Urbáez

El proyecto del parque La Toma, planteado en 2008 por el Consejo Comunal y el cual prometía convertir al dique en una zona de esparcimiento para la comunidad, se ve, aún hoy, obstaculizado en su realización debido a problemas de índole humano, natural y político.

En febrero del año 2008 nació el Consejo Comunal de la parroquia La Pastora con el objetivo primordial de recuperar La Toma (dique ubicado en la Puerta de Caracas y surtido por las aguas del río Catuche,) y sus adyacencias. Este proyecto surgió debido a la importancia que esta zona posee como patrimonio ecológico, tanto para la parroquia como para la ciudad.

El planteamiento inicial que hicieron los miembros del Consejo Comunal fue la creación del parque, lugar que no serviría solamente como zona de esparcimiento a los habitantes, los cuales podrían disfrutar de una caminería y una ciclo vía, sino como espacio para el desarrollo de un jardín de plantas medicinales.

Sin embargo, transcurridos más de cuatro años, el proyecto se ha visto frenado por distintos obstáculos, tanto humanos como naturales. En primer lugar, el estado de emergencia constante en el que vive esta parroquia, que se ve amenazada permanentemente por las lluvias y el fenómeno de la vaguada, coloca la realización de este proyecto en un segundo plano, según comenta Zaida Mujica, vecina de la comunidad.

Por otra parte, acorde a lo que dijo el profesor de la UCSAR, Mario Corro,  la gran cantidad de personas que han quedado damnificadas en estos últimos años (lo cual ha aumentado el número de viviendas improvisadas alrededor en Puerta de Caracas, y alrededor de La Toma específicamente), agrava la situación pues la construcción del parque también haría necesaria la relocalización de estas familias, lo que a su vez arrastra una serie de trabas de índole político.

Según comentaron algunos vecinos de la parroquia, uno de los problemas reiterativos que se vive en La Pastora es el desligamiento entre el equipo político y la comunidad, razón por la cual muchos de los proyectos que se han planteado aún siguen en “veremos”.

Las invasiones atemorizan a los pastoreños


Grupos de veinte personas buscan techo en propiedades ajenas

Desde casas desocupadas y en precarias condiciones, hasta viviendas humildes de vecinos que llevan muchos años en La Pastora, cualquiera puede enfrentarse a los invasores

María Laura Chang

En muchas parroquias y municipios de Caracas el problema de las invasiones es un hecho. La Pastora también es víctima de las ocupaciones ilegales y los vecinos están atemorizados. Congregaciones numerosas irrumpen en viviendas deshabitadas o vacías con la excusa de no tener techo y se ubican en propiedades ajenas.

Esto le ocurrió al profesor de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador,  José Ramón Fernández, quien relató que el miércoles 16 de mayo, en horas de la madrugada, un grupo de personas entró de manera violenta a su casa.  Él comentó que vive en Catia, pero que esa casa, ubicada en la calle Natividad de La Pastora, es herencia de sus padres. Destacó que la vivienda está derruida por dentro, por lo que la consideró inhabitable. 

Debido al mal estado de la casa, algunos invasores sacaron sillas y se sentaron en la puerta. En su mayoría eran mujeres jóvenes con niños pequeños en brazos. Fernández dijo: “esa es la fachada, lo que ellos aducen para que no los saquen, para aseverar que están en una necesidad perentoria”. El señor realizó la denuncia en la Fiscalía, pidió auxilio a la Guardia del Pueblo de Cotiza y aseguró: “nos atendieron muy bien y trataron de mediar con ellos”  
Casa del señor José R. Fernández con invasores en la puerta. 

El profesor espera que los organismos hagan cumplir la justicia, ya que no quiere perder “la vivienda que tanto le costó trabajo y sudor a mis padres”. Si muy bien la casa está deteriorada, expresó que no pierde la esperanza de algún día poder reconstruirla para su hija, que se acaba de casar y vive con él. Asimismo agregó que se postuló al Proyecto Villanueva en 2006, iniciativa de la parroquia de remodelar las casas patrimoniales, pero su caso quedó por fuera. 

En febrero del año pasado, a la señora Marta Campos le tocó vivir una angustiante situación. Ella contó que mientras hacía una diligencia la llamaron para informarle que unas personas habían invadido su casa en La Pastora. Señaló que acudió a numerosas instancias,  pero fueron sus vecinos quienes la ayudaron a sacar a la gente. Tras una fuerte riña los invasores desalojaron y Campos pudo volver a su hogar. 

Los vecinos de La Pastora están muy preocupados por este flagelo. Es el caso de Guillermo Yanés, hijo de una residente de la zona quien explicó que teme por su madre y advirtió que en el supuesto de que llegara atravesar una situación parecida “no voy a buscar ley, yo me voy a hacer ley. Aunque ella es una mujer de 82 años, no está indefensa”.

Exigen renovación de la plaza La Pastora


No hay parques de distracción para los más pequeños 

Los vecinos solicitan la creación de un parque infantil y de un espacio de ejercicios en la plaza principal de la parroquia, ya que en la actualidad escasean los sitios de esparcimiento para los miembros de la comunidad

María Laura Chang

Los habitantes de La Pastora han hecho pública su petición a la Alcaldía de Caracas para renovar la plaza José Félix Rivas. Aseguran que la construcción de un parque infantil de bolsillo y de un área de ejercicios se traduce en el entretenimiento de los vecinos, que actualmente es bastante reducido.

Gerardo López, natural de la zona, ve prioritario el disfrute de los más chicos  y advierte que su diversión se ha visto interrumpida con la demolición del parque infantil Tajamar. A pesar de que se les prometió la modernización, el sitio está desolado desde su derrumbe en 2009 y no parece haber intención de materializar los proyectos. Él entiende que un plan para ese lugar requiere de una mayor inversión y por eso no se ha efectuado nada, pero le parece inconcebible que los críos no tengan espacio de juego.

Los adultos tampoco cuentan con zonas de esparcimiento temático, dice Luis Alejandro Díaz, habitante de la parroquia. La comunidad carece de un espacio idóneo para la ejercitación física. “No hay barras públicas ni máquinas de usos múltiples. Además, por la ubicación, el relieve y los problemas de inseguridad no se puede salir a correr en La Pastora”.

En 1889 se construyó un gran referente histórico de Caracas, la Iglesia de La Pastora. Sin embargo, se habla de la plaza como tal desde 1804. En 1911 se erigió un busto de bronce en honor a José Félix Ribas, que se ha convertido en un hito de los pobladores tras morir en la zona. En esa misma fecha, la plaza recibió su nombre, pero aún en la actualidad muchos desconocen esa información. En el año 2011 se hizo una recuperación del lugar, se remodeló la ermita, se limpió a profundidad todas las adyacencias, se habilitaron los espacios y se colocaron bancos para el reposo de la gente.

Ahora la plaza está destinada para el descanso del público, pero eso no responde a las necesidades de gran parte de la población pastoreña. El señor López es padre de dos niños y asegura que las áreas de distracción son necesarias para una vecindad saludable ya que permiten la buena relación entre las personas y los alejan de los problemas. Asimismo favorecen el sano compartir y las buenas amistades reforzadas desde temprana edad. “Los niños de ahora se aburren sin juegos. El parquecito nos vendría bien para que los muchachos se diviertan”, concluye.

Cabe destacar que las autoridades se encuentran evaluando la situación. En declaraciones a la prensa, el director de Obras de la Alcaldía de Caracas, Raúl Acosta informó que pronto mandaría a inspeccionar el sitio: “Existe la posibilidad de colocar un parque nuevo o reparar el existente, pero debemos evaluarlo antes.”

Damnificados continúan aplazando proyectos de restauración y conservación


Más de 16 familias refugiadas en Fundapatrimonio

La Fundación para la Promoción y Defensa del Patrimonio Cultural de Caracas (Fundapatrimonio) ubicada en La Pastora,  detuvo  sus proyectos de restauración por cubrir las necesidades de refugiados 

Bárbara D’Ambruoso R

La casa de Fundapatrimonio fue, en un principio, el lugar donde se iban a trabajar y desarrollar todas las iniciativas relacionadas al casco histórico de La Pastora y su conservación, pero desde el año 2010 los proyectos se vieron postergados porque la prioridad, aún hoy, es atender a los damnificados que se encuentran allí refugiados como consecuencia del efecto de las lluvias de ese mismo año.

Fundapatrimonio de La Pastora fue creada en el año 2006 bajo la gestión del ex alcalde, Freddy Bernal, para la restauración y conservación del patrimonio histórico. Sin embargo, desde el año 2010 la casa sirve de refugio para quienes resultaron damnificados por las lluvias entre los meses de noviembre y diciembre de ese año, y que todavía hoy no tienen vivienda.

“Por la contingencia se llenó de damnificados. En un principio, se debían formar comités de conservación de la parroquia, equipos de trabajos que salieran de los mismos consejos comunales para preservar y mantener el patrimonio. Actualmente, no convocan reuniones ni conversatorios y si los convocan, no nos invitan a los que formamos parte del grupo de pro-defensa.” indicó la secretaria de actividades culturales y miembro del equipo de pro-defensa del patrimonio, Zaida Mujica.

Mujica también señaló que en la parroquia se vive, actualmente, una crisis de desvinculación entre lo político y lo comunitario. Considera que las políticas no son aplicadas adecuadamente, por lo que los proyectos no se están avanzando, esto debido a que los responsables de ellos “no tienen consciencia política y comunitaria”.

No obstante, el coordinador general de Misión Barrio Adentro, Orlando Romero, señaló que las actividades iban a ser retomadas con un impulso mayor para terminar de recuperar las viviendas de valor patrimonial que habían quedado incompletas o afectadas debido a la acción de las lluvias.

El plan de restauración y rehabilitación de Fundapatrimonio retomará sus actividades cuando se entreguen las viviendas a los damnificados que se encuentran en éste y demás centros de acopio distribuidos en toda la parroquia, evento que, como destacó Romero, sucederá en el mes de agosto, aproximadamente.