domingo, 1 de julio de 2012

El sistema de salud está inmerso en una “grave crisis”


Módulos de atención médica no cuentan con los insumos necesarios

Pese al servicio que prestan los médicos cubanos en el Centro de Diagnóstico Integral (CDI) de La Pastora, la situación interna de éste imposibilita el buen desarrollo de las obligaciones de los especialistas 

Bárbara D’Ambruoso R

Tras finalizar su labor en el país, Mayelín Vásquez, médico de origen cubano y servidora de la Misión Barrio Adentro de La Pastora, comunicó su inquietud con relación a la situación que atraviesa el sector salud de la parroquia, debido a la falta de insumos y atención especializada para los pacientes. A pesar de su colaboración y la de otros médicos cubanos, el proceso no se desarrolla apropiadamente.

La Misión Barrio Adentro, que se inició  en el año 2003 por el presidente de la República Hugo Chávez con el apoyo del gobierno de Cuba, tiene como objetivo ofrecer servicios de salud a sectores desprotegidos de la sociedad venezolana sin posibilidades económicas ni de acceso a clínicas y hospitales. Esta tarea la llevan a cabo especialistas venezolanos y cubanos, en conjunto, a través de diferentes organizaciones comunitarias establecidas en los barrios.

Sin embargo, Mayelín Vásquez asegura que la situación desde que llegó a Venezuela en el año 2007 no ha sido fácil, puesto que los objetivos que se plantearon con la misión no se aplican como es debido. Según Vásquez, lo que imposibilita el buen desarrollo del programa integral de salud es la falta de organización y experiencia de los que lo llevan a cabo.

El déficit de insumos en los módulos de atención médica es uno de los problemas más graves que enfrenta esta comunidad. “A nueve años de la misión, no es posible que no haya un vehículo que le lleve los insumos a los médicos, sin necesidad de que sean ellos los que tengan que acudir a los pacientes para que los trasladen al lugar donde se encuentran los materiales e instrumentos clínicos indispensables para trabajar. Nosotros nos organizamos y arreglamos el traslado, pero eso no es lo ideal”, expresó René Mejías, vecino involucrado en el sector salud de la parroquia.

Asimismo, Vásquez agregó que el sistema de formación de los Médicos Comunitarios Integrales (MIC) no está jerarquizado, de modo que un mismo profesional puede enseñar de forma indistinta y simultánea a alumnos de primero, segundo y tercer año, cosa que ella no considera idónea debido a que se obstaculiza el proceso de transmisión de conocimiento. También mencionó que ciertos aspectos, como la falta de enfermeros profesionales con licenciatura, recargan a los médicos ya que resulta imposible una división de responsabilidades.

No obstante, la doctora asegura que, pese a las dificultades que se le presentaron, se encuentra muy agradecida con la comunidad pastoreña, en especial con el apoyo incondicional que recibió del club de abuelos La Bendición de Vivir, que desde su llegada la acogió con gran estima. Es por ello que al finalizar su misión en Venezuela, lista para regresar a Cuba, los miembros del club decidieron entregarle una placa en agradecimiento a los servicios prestados en la comunidad. “Las palabras no alcanzan para expresar cuánto nos ayudó la doctora Mayelín. Fue un gran soporte para la comunidad” dijo Alfredo Perdomo, presidente del grupo de abuelos.
Doctora Vásquez recibiendo placa de agradecimiento
Doctora Vásquez recibiendo placa de agradecimiento

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