domingo, 1 de julio de 2012

Plan de Convivencia se desarrolla con éxito


Involucrar a los jóvenes es el principal objetivo

En La Pastora se llevan a cabo diversas actividades educacionales y recreativas para promover la participación e integración comunitaria en un ambiente sano y de convivencia

Bárbara D’Ambruoso R

Programas de salud, educación, recreación y seguridad son los que se desarrollan en la parroquia La Pastora mensualmente con los planes de convivencia propuestos por el municipio Libertador para sus 22 parroquias. Estos proyectos son aplicados en las áreas priorizadas en las cuales hay mayor incidencia conflictiva y que necesitan atención especializada para salir adelante.

Un grupo de profesionales, apoyados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CIPCP) realizó un estudio del cual se obtuvo, como resultado, que 53 áreas de las 22 parroquias del municipio Libertador necesitan atención prioritaria. En La Pastora las áreas que resultaron subrayadas fueron los sectores de Lídice y Manicomio.

El proceso, como lo indicó el coordinador general de Misión Barrio Adentro y trabajador social, Orlando Romero, consiste en designar promotores sociales especializados en: salud, educación y lucha antidrogas, quienes aplican sus conocimientos a los sectores priorizados. Alida Rodríguez (sector salud), Arelis Martínez (sector educación) y Wilfredo Vázquez (consejero de información comunicacional) son parte del equipo de La Pastora.

“Desarrollamos el cronograma de actividades que está sistematizado desde el interior de la parroquia. La propuesta se le lleva al vecino para que la apruebe y forme parte de ella, ya que ellos son los que deciden lo que se realizará en su comunidad. El objetivo es educar al colectivo para que ellos continúen realizando las actividades por sí solos”, señaló Orlando Romero.

El plan de convivencia consta de cuatro fases: la primera consiste en establecer un puente comunicacional con los sistemas comunitarios de la parroquia. La segunda es la ejecución de actividades, las cuales abarcan talleres de lectura, festivales musicales, cine-foros, entre otros. La fase tres consiste en la construcción de la escuela comunitaria, o escuela de formación, la cual constituye la base para la fase cuatro, en la cual los mismos pastoreños planificarán, dirigirán y gerenciarán sus actividades. 

“Se busca que el pueblo sea más participativo. Somos un colectivo, por lo que  debemos beneficiarnos entre nosotros” señaló Romero. La comunidad en conjunto será, pues, la encargada del montaje de eventos a partir de la instrucción recibida gracias a los planes de convivencia desarrollados en la parroquia.

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