domingo, 1 de julio de 2012

Las invasiones atemorizan a los pastoreños


Grupos de veinte personas buscan techo en propiedades ajenas

Desde casas desocupadas y en precarias condiciones, hasta viviendas humildes de vecinos que llevan muchos años en La Pastora, cualquiera puede enfrentarse a los invasores

María Laura Chang

En muchas parroquias y municipios de Caracas el problema de las invasiones es un hecho. La Pastora también es víctima de las ocupaciones ilegales y los vecinos están atemorizados. Congregaciones numerosas irrumpen en viviendas deshabitadas o vacías con la excusa de no tener techo y se ubican en propiedades ajenas.

Esto le ocurrió al profesor de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador,  José Ramón Fernández, quien relató que el miércoles 16 de mayo, en horas de la madrugada, un grupo de personas entró de manera violenta a su casa.  Él comentó que vive en Catia, pero que esa casa, ubicada en la calle Natividad de La Pastora, es herencia de sus padres. Destacó que la vivienda está derruida por dentro, por lo que la consideró inhabitable. 

Debido al mal estado de la casa, algunos invasores sacaron sillas y se sentaron en la puerta. En su mayoría eran mujeres jóvenes con niños pequeños en brazos. Fernández dijo: “esa es la fachada, lo que ellos aducen para que no los saquen, para aseverar que están en una necesidad perentoria”. El señor realizó la denuncia en la Fiscalía, pidió auxilio a la Guardia del Pueblo de Cotiza y aseguró: “nos atendieron muy bien y trataron de mediar con ellos”  
Casa del señor José R. Fernández con invasores en la puerta. 

El profesor espera que los organismos hagan cumplir la justicia, ya que no quiere perder “la vivienda que tanto le costó trabajo y sudor a mis padres”. Si muy bien la casa está deteriorada, expresó que no pierde la esperanza de algún día poder reconstruirla para su hija, que se acaba de casar y vive con él. Asimismo agregó que se postuló al Proyecto Villanueva en 2006, iniciativa de la parroquia de remodelar las casas patrimoniales, pero su caso quedó por fuera. 

En febrero del año pasado, a la señora Marta Campos le tocó vivir una angustiante situación. Ella contó que mientras hacía una diligencia la llamaron para informarle que unas personas habían invadido su casa en La Pastora. Señaló que acudió a numerosas instancias,  pero fueron sus vecinos quienes la ayudaron a sacar a la gente. Tras una fuerte riña los invasores desalojaron y Campos pudo volver a su hogar. 

Los vecinos de La Pastora están muy preocupados por este flagelo. Es el caso de Guillermo Yanés, hijo de una residente de la zona quien explicó que teme por su madre y advirtió que en el supuesto de que llegara atravesar una situación parecida “no voy a buscar ley, yo me voy a hacer ley. Aunque ella es una mujer de 82 años, no está indefensa”.

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